jueves, 4 de abril de 2013

PEARL JAM en el Pepsi Music - Costanera Sur 03.04.13



Estuvimos esperando este momento durante mucho tiempo. Compartir un show de estas magnitudes con gente que siente lo mismo que vos, no tiene precio. Y fue así que ante la sorpresa de que Pearl Jam regresaría a la Argentina para cerrar el Pepsi Music, decidimos sacar nuestras entradas y prepararnos para vivir esa experiencia única.

Llegamos pasadas las 21.30 hs. Si bien la noche se presentaba agradable, el predio estaba aún muy embarrado por las tormentas que azotaron la ciudad el día anterior. Pero a esta altura, ese detalle resultó anecdótico y no influyó para nada en el disfrute del recital.

La banda comandada por Eddie Vedder salió al escenario pasadas las 22.30 hs. al son de “Release”, tema de Ten, su primer álbum de estudio editado allá por 1991. Y por si aún quedaba alguna duda de que los cinco músicos oriundos de Seattle estaban ahí para rompernos la cabeza, en segundo lugar arremetieron con “Even Flow”, también de Ten.

Como no podía ser de otra manera, la reacción del público fue un exacerbamiento elevado a su máxima expresión, y la realidad es que con este precalentamiento no se podía esperar otra cosa. El setlist que Pearl Jam nos tenía preparado fue, a nuestro criterio, un lujo. “Lukin”, “Corduroy”, “In Hiding”, “Save You” y “Deep” no hicieron más que confirmar lo que ya veníamos pensando antes de acercarnos al predio: la banda es el fiel reflejo de la calidad, el carisma y el profesionalismo de estos cinco músicos.

Esta máquina de rock dio paso a la infaltable “Jeremy”, tema más que ovacionado por el público que no dejaba de cantar y aplaudir a la par. Le siguió “Wishlist” para bajar un poco los decibeles, pegado a “Hail Hail”, con el que el recinto se volvió a encender.
Antes de continuar con el show, el frontman pidió encarecidamente a la multitud que diera dos pasos hacia atrás para no acercarse demasiado a la valla y que alguno terminara lastimado. Y aunque en muchas ocasiones esto puede ser tomado a mal, la de Vedder fue palabra mayor y cada uno de los allí presentes se hicieron eco de su pedido, aplaudiéndolo y ovacionándolo, una vez más.

Bases sólidas, violas a tono, aguerridas por momentos y delicadas en el instante preciso, una batería que descontroló la escena aunque logró que la calma se apodere del predio, donde una multitud se sintió contenida por un Eddie Vedder que sabe mejor que nadie cómo trascender sin estar por encima de nadie. Porque si hay algo que le sobra es humildad.

La calma volvió de la mano de “Given to Fly”, “I got Id” y “Daughter”. Luego de este último Eddie nos sorprendió con “Está bien” (It’s Ok”), tema interpretado en castellano con el que siguió “comprándose” al público. Es que estamos hablando de un tipo que tiene esa particular manera de utilizar uno de sus recursos más nobles, que es su caudal de voz, de la manera más disímil, feroz, pero relajado. Sabe cuándo arengar y sabe cuándo bajar un tono para que todos quedemos boquiabiertos con el clima de paz que logra generar en medio de tanta estridencia.

El detalle fue verlo a Vedder apegado a una botella de vino tinto de la que no tuvo pudor de beber en público, con una sonrisa que contagiaba la alegría de poder estar ahí, viviendo una noche mágica, viendo a una banda legendaria que rockea a más no poder, con el desenfado de un grupo de adolescentes rebeldes, para luego conmover con la sutileza de aquellos himnos que nos regala la discografía entera de Pearl Jam.

La fiesta continuó de la mano de “Got Some” de su última placa de estudio, Backspacer y, guitarra acústica en mano, el cantante nos dio el gusto de escuchar la increíble “Better Man”. Mientras que los fans cantábamos a la par, el frontman dejó de tocar para agradecernos: “de chico jamás imaginé algo como esto”, acotó. Terminó el tema y continuó con el cover de The English Beat, “Save it for Later”.

Podemos decir que fue un espectáculo interesante desde el punto de vista de la interacción que se generó entre la banda y los allí presentes. Eddie es una persona muy comunicativa y nos demostró en todo momento lo contentos que estaban los cinco integrantes de haber vuelto a la Argentina.

Ya eran más de las 12 de la noche y a nadie le importaba, porque cuando uno la está pasando bien el tiempo no existe, no cuenta. Casi en el último tramo del show, desde el campo se empezó a escuchar “Hey Ho, Let´s Go”, fragmento del himno “Blitzkrieg Bop” de Los Ramones. En ese momento, Vedder sonrió y agregó: “la siguiente no es una canción de Los Ramones, pero a Johnny (Ramone) le gustaba.”

“Elderly Woman Behind The Counter In A Small Town” y “Rearviewmirror” fueron los dos últimos que sonaron antes de los bises o últimos temas de la noche. La banda se ausentó unos minutos y salió al escenario, nuevamente, para arremeter con todo. Fue el turno de “Do the Evolution”, una de las perlas pertenecientes al álbum Yield; “Animal”, de su placa Vs; y “Just Breathe”, de Backspacer.

Cuando comenzó este último, luego de las primeras estrofas, Eddie se detuvo para hacer mención a las lamentables tormentas que azotaron a nuestra ciudad, por las cuales mucha gente murió y muchas personas perdieron sus hogares, ofreciendo sus condolencias a los damnificados, para luego continuar con el tema. Otra demostración más de sus cualidades humanas.

Y palpitando lo que sería un fin de fiesta memorable, sonó “Black” para luego regalarnos una hermosa versión de “I Believe in Miracles” de los Ramones, sin dudas una de las canciones más coreadas por la audiencia.

Luego llegó el turno de la anhelada “Alive”. Eddie confesó que no sabían si iban a tocarla o no, pero finalmente, y por suerte, decidieron hacerla, para alegría de todos los presentes que nos hubiéramos ido del predio con una sensación de vacío si no la ejecutaban. Pero hay que reconocer que si nos quejábamos era de llenos, porque estábamos asistiendo a lo que seguramente será uno de los shows del año.

Y es imposible no hacer semejante afirmación con un cierre a cargo de “Rockin’ in the Free World” de Neil Young, y la incomparable “Yellow Ledbetter”, tema que como es sabido, a pesar de que nunca fue lanzado como parte de alguno de sus álbumes de estudio, es hasta la fecha una de sus canciones más populares para cerrar los shows.

En definitiva, el recital estuvo impecable desde todo punto de vista, y la banda se retiró del escenario prometiendo volver pronto. Nos fuimos caminando despacio hacia la salida, embarradas por completo pero esbozando una sonrisa, como si hubiésemos estado en un cuento de hadas. 


Por Mariana Weingast y Valeria Vizioli