viernes, 9 de agosto de 2013

THE WINERY DOGS - El Teatro de Flores, 01.08.13


Hablar de una banda no es muy complicado, pero cuando se trata de un super trío en el que el todo es más que la simple suma de las partes, se convierte en una tarea un tanto ardua. Justamente esto último es lo que sucede cuando hacemos referencia a The Winery Dogs, formación que sin lugar a dudas fue una de las revelaciones del año.

Es que Richie Kotzen (Poison, Mr. Big) en voz, guitarra y teclados, Billy Sheehan (Mr. Big, Steve Vai, David Lee Roth, Talas, Niacin) en bajo y Mike Portnoy (Dream Theater, Liquid Tension Experiment, Avenged Sevenfold, Adrenaline Mob) en batería, son tres demonios poseídos al momento de ejecutar sus instrumentos, lo que sumado a la calidad, la técnica y el virtuosismo que los caracteriza, confluyen en una verdadera explosión dentro del escenario.

The Winery Dogs se presentó el pasado jueves 1º de agosto ante un Teatro de Flores colmado. Tal como se había anunciado, el show arrancó a las 21 horas de la mano de “Elevate”, el corte difusión de su álbum debut (2013). Con un sonido ajustado y contundente, la banda tocó en orden alternado todos los temas del disco.

También hubo lugar para los famosos “15 minutos de fama” de cada uno de los músicos, que si bien no fueron literalmente 15, les alcanzó y sobró para demostrar que arriba del escenario son, lisa y llanamente, una aplanadora. El primero en lucirse fue Portnoy que, si bien no estaba frente a una batería de muchos cuerpos (como con la que solía tocar en Dream Theater), nos dejó a todos boquiabiertos. A mi entender, para este estilo hardrockero la batería standard estuvo más que acertada, y un músico de su talla demostró que una buena performance no sólo se limita a tocar de manera correcta sino que también implica adaptarse a las circunstancias.

Luego de “The Other Side”, fue el turno de Billy Sheehan. Poner en palabras lo que este señor transmite es obra de los dioses, algo nunca visto. Me atrevo a decir que fue quien más se lució con su solo. Este genio de las cuatro cuerdas demostró, una vez más, que puede manejar el bajo a gusto y piacere. Inigualable.

A continuación, interpretaron “You Saved Me” y “Not Hopeless” para dar paso a Kotzen y su infaltable “Stand”. Guitarra acústica en mano, luces bajas y un teatro cantando al son, hicieron que este fuera uno de los temas más memorables de la noche. “You Can’t Save Me” y “Shine”, (de la autoría de Kotzen y Mr. Big, respectivamente), fueron los otros dos elegidos para completar el set de este cantante fuera de serie.

Siguieron con el cuarto y los dos últimos temas del disco, “I’m No Angel”, “The Dying” y “Regret”. Si algo nos faltaba para cerrar la noche eran estos temas medio tiempo que, particularmente, fueron los que más disfruté. La voz de Richie brilló en todo su esplendor, mientras Sheehan y Portnoy acompañaron como sólo ellos saben hacerlo.

En el final del show llegaron los bises: “Fooled Around And Fell In Love” (Elvin Bishop cover) y “ Desire” fueron los encargados de bajar el telón.

Debo confesar que, si bien el concierto estuvo impecable, fui con cierto temor de presenciar una guerra de egos arriba del escenario. Sin embargo, me alegra decir que lejos de eso, estos tres músicos, tanto juntos como solistas, supieron manejar las circunstancias a la perfección para brindarnos lo mejor de sí.
Por Valeria Vizioli

domingo, 4 de agosto de 2013

TRIDDANA: "Ripe for Rebellion" - The Roxy Live, 27.07.13


Desde que empezó el show de Triddana, el pasado sábado 27 de julio, teníamos a nuestras viejas Olivetti mentales trabajando. Es que ya nos estábamos regodeando en lo que sería la reseña del show, corriendo el riesgo de pensar demasiado y dejar de disfrutar a pleno el concierto. Pero, afortunadamente, nada de eso ocurrió.

Si bien era nuestro debut para ver a la banda, ya los habíamos escuchado por otras vías, por lo que no fue un misterio aquello con lo que, musicalmente hablando, nos encontramos. Lo que no pensamos es que un vocalista iba a captar tanto nuestra atención como lo hizo Diego Valdez, como seguramente habrá sorprendido a los novatos y a los que ya son seguidores de Triddana y se apersonaron (algunos incluso con sus polleras típicas) para hacerle el aguante a la banda en el barrio de Palermo. Sin desmerecer a los demás músicos, no se puede dejar de destacar el caudal de voz de este inmenso cantante que se convirtió en el eje de la noche. Pero vayamos por partes. 

La excusa para convocarnos fue la presentación de “Ripe for Rebellion”, el disco debut editado el año pasado y cuya repercusión sigue siendo, hasta la fecha, más que notoria. En lo que respecta al show, tanto en las redes sociales como en diversos medios, la banda anunció que arrancaría a las 21:30 y, con una puntualidad inglesa y un Roxy Live casi completo, salió a devorarse el escenario. La encargada de abrir el repertorio fue “The Beggining”, seguida de “Spoke the Firefly”. 

Fuerte presencia escénica, banda súper poderosa, con la energía exacta como para recargar el estado de ánimo de cualquiera que no estuviera en su mejor noche, son cualidades de esta formación que no podemos dejar de mencionar. Y si hablamos particularmente a nivel musical, es imposible no hacer alusión a las melodías armoniosas, avasallantes, notablemente acompañadas por el peculiar sonido de la gaita, instrumento al que enseguida relacionamos con los pueblos celtas e incluso con los famosos “gaiteros” de Escocia o Irlanda. 

Y ello viene a colación de que se trata de un elemento digno de destacar (quizás por ser el más sobresaliente del show), ya que la gaita no es un instrumento al que los seguidores del hard rock y el heavy metal estemos habituados. En el recital, específicamente, se utilizó para generar un clima único, irrepetible, que invitó a saltar, poguear en algunos momentos, y a vivir una especie de ritual digno de película épica. 

Tenemos que confesar que si bien no estamos acostumbradas a ver este estilo de bandas, nos pareció muy interesante la ejecución de cada uno de los instrumentos y la comunión que Pablo Allen (gaita), Fernando Marty (bajo), Juan José Fornés (guitarra) y Ranz (batería) supieron hacer de los mismos. Pero la propuesta de Triddana no termina ahí. No sólo se trata de folk metal aguerrido sino también del cuidado por la ambientación del escenario, las luces y la vestimenta, a tal punto que por momentos parecía que un hilo conductor guiaba perfecta y armoniosamente cada momento de la noche.

Durante el show que duró casi una hora y media, la agrupación tocó temas tales como “All Souls Night” y “Reaper’s Lullaby”, presentó dos canciones nuevas, “The Might in my Blood” y “Becoming”, y realizó lo que a nuestro parecer fue una de los mejores interpretaciones de la velada: el lento “Born in the Dark Age”, tema entonado magistralmente por Valdez, quien dejó en claro que más allá de su potencia y fortaleza esconde a un delicado vocalista, quizás uno de los mejores de la escena local.

Al finalizar el recital los músicos se pusieron de espaldas al público y pidieron a sus fans agruparse en el medio del recinto para, de esta manera, proceder a sacarse una foto grupal con ellos. Se despidieron, así, entre medio de aplausos y ovaciones, dejándonos a todos contentos y con ganas de más. 

Por Valeria Vizioli y Mariana Weingast