domingo, 4 de agosto de 2013

TRIDDANA: "Ripe for Rebellion" - The Roxy Live, 27.07.13


Desde que empezó el show de Triddana, el pasado sábado 27 de julio, teníamos a nuestras viejas Olivetti mentales trabajando. Es que ya nos estábamos regodeando en lo que sería la reseña del show, corriendo el riesgo de pensar demasiado y dejar de disfrutar a pleno el concierto. Pero, afortunadamente, nada de eso ocurrió.

Si bien era nuestro debut para ver a la banda, ya los habíamos escuchado por otras vías, por lo que no fue un misterio aquello con lo que, musicalmente hablando, nos encontramos. Lo que no pensamos es que un vocalista iba a captar tanto nuestra atención como lo hizo Diego Valdez, como seguramente habrá sorprendido a los novatos y a los que ya son seguidores de Triddana y se apersonaron (algunos incluso con sus polleras típicas) para hacerle el aguante a la banda en el barrio de Palermo. Sin desmerecer a los demás músicos, no se puede dejar de destacar el caudal de voz de este inmenso cantante que se convirtió en el eje de la noche. Pero vayamos por partes. 

La excusa para convocarnos fue la presentación de “Ripe for Rebellion”, el disco debut editado el año pasado y cuya repercusión sigue siendo, hasta la fecha, más que notoria. En lo que respecta al show, tanto en las redes sociales como en diversos medios, la banda anunció que arrancaría a las 21:30 y, con una puntualidad inglesa y un Roxy Live casi completo, salió a devorarse el escenario. La encargada de abrir el repertorio fue “The Beggining”, seguida de “Spoke the Firefly”. 

Fuerte presencia escénica, banda súper poderosa, con la energía exacta como para recargar el estado de ánimo de cualquiera que no estuviera en su mejor noche, son cualidades de esta formación que no podemos dejar de mencionar. Y si hablamos particularmente a nivel musical, es imposible no hacer alusión a las melodías armoniosas, avasallantes, notablemente acompañadas por el peculiar sonido de la gaita, instrumento al que enseguida relacionamos con los pueblos celtas e incluso con los famosos “gaiteros” de Escocia o Irlanda. 

Y ello viene a colación de que se trata de un elemento digno de destacar (quizás por ser el más sobresaliente del show), ya que la gaita no es un instrumento al que los seguidores del hard rock y el heavy metal estemos habituados. En el recital, específicamente, se utilizó para generar un clima único, irrepetible, que invitó a saltar, poguear en algunos momentos, y a vivir una especie de ritual digno de película épica. 

Tenemos que confesar que si bien no estamos acostumbradas a ver este estilo de bandas, nos pareció muy interesante la ejecución de cada uno de los instrumentos y la comunión que Pablo Allen (gaita), Fernando Marty (bajo), Juan José Fornés (guitarra) y Ranz (batería) supieron hacer de los mismos. Pero la propuesta de Triddana no termina ahí. No sólo se trata de folk metal aguerrido sino también del cuidado por la ambientación del escenario, las luces y la vestimenta, a tal punto que por momentos parecía que un hilo conductor guiaba perfecta y armoniosamente cada momento de la noche.

Durante el show que duró casi una hora y media, la agrupación tocó temas tales como “All Souls Night” y “Reaper’s Lullaby”, presentó dos canciones nuevas, “The Might in my Blood” y “Becoming”, y realizó lo que a nuestro parecer fue una de los mejores interpretaciones de la velada: el lento “Born in the Dark Age”, tema entonado magistralmente por Valdez, quien dejó en claro que más allá de su potencia y fortaleza esconde a un delicado vocalista, quizás uno de los mejores de la escena local.

Al finalizar el recital los músicos se pusieron de espaldas al público y pidieron a sus fans agruparse en el medio del recinto para, de esta manera, proceder a sacarse una foto grupal con ellos. Se despidieron, así, entre medio de aplausos y ovaciones, dejándonos a todos contentos y con ganas de más. 

Por Valeria Vizioli y Mariana Weingast

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