Gotthard |
Gotthard |
Gotthard |
Gotthard |
Hammerfall |
Hammerfall |
Hammerfall |
Edguy |
Edguy |
Edguy |
El pasado 2 de diciembre en
el Teatro de Flores tuvimos la posibilidad de presenciar esta increíble fecha a
puro power metal en manos de Gotthard, Hammerfall y Edguy.
Como todos sabemos para un periodista escribir es
algo común, cotidiano, no tiene nada de novedoso. Sin embargo, a veces, los
hechos a describir pueden motivarnos más que otros o resultarnos en algún que
otro punto un tanto desafiantes. Esto último es precisamente lo que me sucede al
momento de redactar sobre el Icarus Music Festival y, honestamente, creo encontrarme
ante una de esas situaciones en las que no sé muy bien por dónde empezar. Como
también es ley, las crónicas y reseñas suelen comenzarse por el principio, así
que intentaré abordar esta fecha en orden lineal y cronológico.
En medio de una templada y agitada jornada en la
ciudad de Buenos Aires, pasadas las 19 horas logré llegar al Teatro. Mientras
viajaba en el colectivo tenía la sensación de que el tránsito fluía al ritmo de
un lento goteo, contrarrestando el inexorable avance de las agujas del reloj a
pasos agigantados.
Ingresé al recinto poco antes de que arrancara la
primer banda de esta velada tan prometedora. Los encargados de abrir la fecha
fueron los suizos de Gotthard, quienes salieron al escenario alrededor de las
19:15 horas en medio de un Teatro que, si bien no se encontraba lleno en su
totalidad, se iba colmando de gente con el transcurrir de los minutos.
Nic Maeder en voz, Leo Leoni y Freddy Scherer en
guitarra, Marc Lynn en bajo y Hena Habegger en batería le imprimieron su
impronta a la noche, calentando motores con un hard rock de primerísimo nivel. Sonido
contundente, carisma a flor de piel y un constante feedback con el público
fueron algunos de los detalles que no quisiera pasar por alto con respecto a
estos virtuosos.
En cuanto a su música podría gastar unas cuantas
plumas y tinteros hablando de ella, pero me voy a remitir a destacar que los
suizos vienen pisando fuerte en la escena y cada paso que dan es una clara
muestra de su consolidación como formación, sobre todo teniendo en cuenta que
después del 2010 debieron rearmarse debido al fallecimiento de Steve Lee, su
líder vocal.
Tocaron aproximadamente una hora y en el set list
incluyeron tanto temas de “Bang!”, su último trabajo discográfico, como de sus
placas anteriores. Algunas de las perlas con las que nos deleitaron fueron: “Right
On”, “Feel What I Feel”, “Remember It’s Me” y “Anytime, Anywhere”. La banda se
llevó todos los aplausos, incluso de aquellos que se aprontaron al Teatro para
ver a alguna de las otras formaciones. Pulgar arriba para Gotthard que, como
dato de color, arrojó un par de púas al público e hizo acreedora de una de
ellas a un conocido con quien compartí, en parte, el evento.
El telón se cerró y la pausa prevista entre banda y
banda demoró un poco más de lo previsto, con lo cual si bien el segundo plato
de la noche estaba anunciado para las 20:35 horas, Hammerfall salió al
escenario ya bastante pasadas las 21:15.
Los suecos comandados por Joacim Cans salieron al escenario
marcando una fuerte presencia. Con camperas de cuero, tachas y unos riffs
demoledores en las guitarras de Oscar Dronjak y Pontus Norgren el mensaje fue
más que claro: “acá estamos para volarles la cabeza”. Y efectivamente, así fue.
La propuesta musical de Hammerfall (mezcla de power
metal con metal clásico) tuvo una excelente acogida por parte de los presentes.
Quizá ofició como la banda “puente” entre Gotthard y Edguy y no fue casual que haya
sido la segunda en orden de aparición.
Tocaron tanto temas de (r)Evolution, su último
trabajo recién editado, como de sus antecesores. Como parte de su set list
ejecutaron “Renegade”, “Let The Hammer Fall”, “Templars Of Steel” y el
ovacionado “Hearts on Fire” de su glorioso álbum Crimson Thunder, entre otros.
Se despidieron con la frente en alto y fueron
aplaudidos desde todos los rincones del Teatro. De más está decir que arriba
del escenario estos oriundos de Gotemburgo son una verdadera aplanadora.
El telón se cerró nuevamente y mientras esperábamos
el plato principal nos encontramos con una grata sorpresa: la firma de
autógrafos de los músicos de Gotthard. Tachas Fanzine en mano y cámara de fotos
lista fueron los dos elementos que me facilitaron inmortalizar aquella
exquisita velada. Los suizos se mostraron complacientes con cada uno que se
acercaba a tenderles una mano y en búsqueda de sus tan ansiados autógrafos.
Otra muestra más de lo que yo llamo la humildad de la grandeza.
Tanta era la adrenalina que costaba reincorporarse,
pero había llegado la hora de disfrutar de Edguy y su clásico y aguerrido power
metal. Con mi Tachas fanzine firmado, una sonrisa a flor de piel y un par de
fotos con Maeder, Lynn y compañía, me fui acercando al escenario.
A esa altura ni me percaté de la hora. Probablemente
eran más de las 22:30, aunque tampoco me importaba demasiado porque estaba de
punto de ver el momento más álgido de la noche: al gran Tobbias Sammet, un
verdadero showman y compositor, de esos cuya presencia jamás pasa
desapercibida.
Edguy se comió el escenario e hizo vibrar hasta la
última columna del Teatro. En el ambiente se percibía mucha energía y buena
vibra y sobre todo muchas ganas de verlos nuevamente (tocaron en Buenos Aires
hace poco más de dos años).
Personalmente creo que los alemanes suenan muy
prolijos en vivo, tienen un excelente manejo de la escena y una más que vasta
experiencia en cómo encarar los shows. En esta ocasión, además de sus clásicos,
nos presentaron tres nuevos temas de Space Police, su último disco editado
oficialmente el 18 de abril de este año: el tema que da nombre al disco, “Love
Tyger” y “Defenders Of The Crown”.
En cuanto al resto del set list los que más disfruté
fueron “King Of Fools” y “Tears Of A Mandrake”, dos gemas poderosas, con un
ritmo brutal que te deja sediento y con ganas de seguir escuchando a esta
tremenda banda.
Lamentablemente todo llega a su fin (lo bueno
también), y a las 12 en punto Edguy se despidió de nosotros. Hubo un derroche
de aplausos mientras las luces se encendían para indicarnos que ya era la hora
de partir. Puedo equivocarme, pero creo que todas las ovaciones del final,
además de estar dirigidas a la banda que cerró el Icarus Music Festival,
también fueron en parte un agradecimiento por las otras dos formaciones y por
la magia que tuvieron los tres shows en su conjunto.
Comentario aparte merece la organización de este
evento que estuvo cuidado en todos sus aspectos, desde la logística, el ingreso
de la gente al recinto y los stands con venta de merchandising. En pocas
palabras, la fecha colmó y superó mis expectativas.
Por Valeria Vizioli
Muy buena reseña, destacaría para el recuerdo que Hammerfall presento una formación temporal especial para este tour ya que el bajista Fredrik Larsson fue reemplazado temporalmente por el ex guitarrista de los primeros discos de la propia banda Stefan Elemberg. También presentaron a su nuevo baterista David Wallin (PAIN) después de la salida de Anders Johansson. Esta fue la segunda actuación de esta formación después de Rusia a fin de noviembre.
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