El sábado 19 de octubre asistimos a la presentación de Arpeghy en The Roxy
Live Bar. En esta oportunidad, la banda que según su propia definición transita
los límites entre el metal y el hard rock, sin preocuparse demasiado por los
estereotipos o rótulos, presentó un show en el que se mezclaron temas ya
conocidos, con algunos covers y adelantos de su próximo trabajo.
Nacida con el nuevo siglo, la agrupación, luego de algunos cambios en la
formación, ha tomado un rumbo, en el que, sin renegar de sus influencias (Rata
Blanca, Deep Purple, Rainbow), ha encontrado el estilo y sonido Arpeghy.
La noche tuvo momentos emotivos, como la dedicatoria a una amiga de la
banda que ya no está entre nosotros, del tema “No se vivir” -en el que las
cualidades vocales de Alejandro Fernández alcanzaron su cúspide- o la
presentación de “Solo por vos”, dedicado al hijo de Diego Solís.
Pero vayamos al grano. El sonido del grupo, apoyado en la base rítmica de
los siempre sólidos y eficientes Sergio Maesano en batería y Gonzalo Álvarez en
bajo, se destaca por el perfecto ensamble entre el teclado de Jorge Justo, y la
magnífica guitarra del ya mencionado Diego Solís.
Y volviendo a Alejandro, que fue la última incorporación de la banda,
debemos decir que aporta todo su carisma al servicio del conjunto,
destacándose, sin que se pierda de vista que es parte de un engranaje aún
mayor. En estudio su voz perfila interesante, pero en vivo es otra cosa, ya que
tiene una energía especial, tal vez producto de su propia seguridad, lo que lo
convierte en un gran cantante que se mueve con mucha soltura por el escenario,
demostrando que puede animarse a más. Y lo hace.
Es que entre los covers que dijimos que hicieron, sonaron “Livin’ On a
Prayer” de Bon Jovi (tal vez el más logrado, gracias al particular estilo del
vocalista que lo acerca en algunos momentos
al señor de New Jersey), “Anytime, Anywhere” de Gotthard y “I Want It
All”, de Queen, interpretación esta última, que no estuvo a la altura del resto
del show, por la vara elevada que significa ponerse, no en la piel, sino en el
lugar que ocupa Freddie Mercury en el universo de cantantes. Y decimos esto
porque la interpretación fue sólida y Alejandro no dejó de ser él mismo a lo
largo del tema, lo que lo convierte en un intrépido vocalista que no teme
asumir ese desafío, lo que lo califica aún más.
En cuanto a los temas nuevos, se destacaron el ya mencionado “Solo por
vos”, “Cuando escuches el trueno” y “Razón para pelear”, que hacen que nos
quedemos ansiosos a la espera de la presentación de mayor cantidad de nuevos
temas, sobre los que los chicos se encuentran trabajando.
En suma, fue una velada llena de energía, luces, garra, emoción y la
sospecha que estamos frente a unos muchachos que saben lo que quieren, que se
toman con mucha responsabilidad, dedicación y entusiasmo lo que hacen, lo
transmiten al público, y así como viene la mano, van a encontrar lo que
anhelan, porque van por el buen camino.
Si son amantes del hard rock concreto y contundente, les recomendamos no perderse
la próxima presentación de Arpeghy que seguramente va a dejarlos con la misma
sensación.
Por Mariana Weingast y Sergio Maltempo
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