viernes, 21 de agosto de 2015

BATERISTAS PARA BATERISTAS – CLUB V, Miércoles 19.08.15







El miércoles 19 de agosto se llevó a cabo en el barrio porteño de Villa Crespo una charla abierta de Bateristas para Bateristas, evento destinado no sólo a quienes despliegan su arte y técnica a través de la batería, sino también a todos aquellos que sienten curiosidad por los parches y platillos. El evento fue organizado por Drummer Drum Shop y contó con las ponencias de Claudio Fazio (Sauron), Ariel Solito (Metamórfica) y Rolando Castello Junior (Patrulha do Espaço, ex Aeroblus).

Alrededor de las 20:40 Claudio Fazio fue el encargado de dar inicio a la actividad. Palillos en mano y mucha actitud, nos sorprendió tocando una pieza de su autoría para luego especificar cuestiones técnicas sobre el instrumento. Anécdotas y vivencias mediante, la charla nos fue metiendo de lleno en el maravilloso mundo de los bateristas, dando paso a una serie de preguntas que enriquecieron aún más la disertación.

Claudio se presentó como uno de los orgullosos representantes de “Los Cabos”, marca de palillos canadienses caracterizada por ser una empresa con conciencia social, que se encuentra promocionando, dentro de su catálogo, una variedad de palillos de color rosado cuya recaudación por ventas está destinada a la lucha del cáncer de mama. Habló de la importancia de representar una marca y, a la vez, la responsabilidad que genera ser una de sus caras visibles.

Entre las increíbles historias que contó, me llamó particularmente la atención la distinción que realizó entre “profesores” y “maestros”, argumentando que mientras los primeros simplemente se remiten a impartir conocimientos, los segundos además de enseñar, nos forman, nos hacen pensar por sí mismos y logran, de esta manera, que se transformen en nuestros referentes y guías, dándonos los elementos para superarnos a diario. Otro de los mensajes alentadores tuvo que ver con no desanimarse frente a las adversidades, concluyendo que los sueños siempre se pueden alcanzar, sólo es necesario correr un poco más para llegar a ellos.

A continuación fue el turno de Ariel Solito, quien a diferencia de Claudio empezó a narrar cómo fueron sus comienzos como músico, las dificultades que tuvo que sortear en el camino y las satisfacciones que le genera tocar la batería. Concretamente, me resultó emotivo ver a sus pequeños alumnos acompañados por sus padres y escuchando atentamente a su maestro, quien se refirió a ellos como los encargados de mantener la antorcha encendida. De Ariel rescato la amenidad de su discurso y la sencillez con la que narró sus historias. Su exposición, al igual que la de Claudio, estuvo repleta de anécdotas que cual hilo conductor nos supieron transportar a un mundo mágico y cargado de sensaciones.

Luego de un par de preguntas de los asistentes, el actual baterista de Metamórfica se dispuso a ejecutar su batería para mostrarnos en la práctica algunas técnicas y explicar cuestiones que, si bien parecen básicas, son importantes para quienes tocan o pretenden tocar la batería, como por ejemplo cómo ubicar adecuadamente las muñecas al momento de pegar los platillos o cómo mover las piernas para pegarle correctamente a un tambor.  

El cierre estuvo a cargo de Rolando Castello Junior, quien con su marcado acento brasileño y su carisma a flor de piel supo ganarse más de una sonrisa del público. Su vasta experiencia detrás de los parches y el haber compartido una formación con el memorable Norberto “Pappo” Napolitano allá por los años 70, hablan por sí solo. Castello hizo de las suyas con la Eva Drums arriba del escenario, dejándonos en claro que si hay algo que lo caracteriza es la facilidad para hacer un doble bombo.

Esta leyenda, al igual que sus antecesores, respondió las preguntas que el público tenía preparadas y agradeció inmensamente la invitación a formar parte del evento, aprovechando su gira por la Argentina.

La frutilla del postre estuvo a cargo de estos tres increíbles maestros al desplegar todo su potencial durante varios minutos, los tres a la par, ejecutando unos solos de batería dignos de ser escuchados una y otra vez. Mezcla de sonidos, potencia y calidad pero sobre todo de ganas y pasión, fue lo que nos transmitieron todo el tiempo, desde que llegamos a Club V hasta que finalizaron las exposiciones con el prometido sorteo. Y estoy segura de que todos los que asistimos a la charla nos fuimos a nuestras casas sin ser los mismos de antes, porque más allá del profesionalismo de los músicos y la enseñanza que nos dejaron, el amor al mundo de los parches y la gratitud con la que organizaron el seminario es digna de ser replicada una y mil veces.

Desde mi humilde lugar sólo me resta decir que brindo por más eventos como este, abiertos a todo público y con expositores que más allá de ser expertos en lo suyo, nos abren las puertas para compartir sus experiencias desde el costado de la más absoluta humildad y sencillez.

Por Valeria Vizioli