“Monster” fue el nombre elegido para titular este tan ansiado material de Kiss. Luego de tres largos años de espera (el predecesor de “Monster” fue Sonic Boom, editado en el 2009), la emblemática formación norteamericana volvió a las pistas con este álbum. El vigésimo disco de estudio de estos veteranos tiene 13 temas, todos ellos muy rockeros y fieles a su estilo, respetando, por sobre todas las cosas, la esencia de la banda.
En primer lugar quisiera remarcar que, en mi humilde opinión, “Monster” está mucho más logrado que su antecesor e incluso me atrevería a decir que supera ampliamente a nivel musical, yendo un poco más atrás en el tiempo, a aquel “Psycho Circus” de 1998. De todas maneras, lejos está de asemejarse a las perlitas que supieron enfervorizar a sus fans en los ’70, discos tales como “Hotter Than Hell” o “Destroyer”.
“Monster” arranca con el primer corte difusión, “Hell or Hallelujah”, con Paul Stanley en la voz, quien más allá de no tener las cuerdas vocales intactas como en sus épocas doradas, lo interpreta con mucha garra y energía, haciendo lo mismo en otros temas del disco, como “Freak” y “Shout Mercy”. Y si de vocalistas se trata, recordemos que en Kiss cantan todos sus miembros, con lo cual no podemos hacer la vista gorda y dejar de mencionar al gran Gene Simmons. El desinhibido bajista de lengua larga hace lo suyo en “Wall of Sound” y en “Eat Your Heart Out”, entre otros. Mención aparte merecen el violero Tommy Thayer y el baterista Eric Singer, quienes se lucen vocalmente en “Outta This World” y “All for the Love of Rock & Roll”, respectivamente.
El disco en cuestión, no aporta nada nuevo. No sorprende pero tampoco desagrada. No tiene baladas ni temas medio tiempo, aunque escuchándolo detenidamente creo que tampoco era necesario condimentarlo con melodías tenues y ritmos suaves. En pocas palabras, “Monster” es una obra madura de esta imparable máquina que lleva más de 40 años de historia sobre los escenarios, y a los que todos nosotros conocemos con el nombre de Kiss.
En primer lugar quisiera remarcar que, en mi humilde opinión, “Monster” está mucho más logrado que su antecesor e incluso me atrevería a decir que supera ampliamente a nivel musical, yendo un poco más atrás en el tiempo, a aquel “Psycho Circus” de 1998. De todas maneras, lejos está de asemejarse a las perlitas que supieron enfervorizar a sus fans en los ’70, discos tales como “Hotter Than Hell” o “Destroyer”.
“Monster” arranca con el primer corte difusión, “Hell or Hallelujah”, con Paul Stanley en la voz, quien más allá de no tener las cuerdas vocales intactas como en sus épocas doradas, lo interpreta con mucha garra y energía, haciendo lo mismo en otros temas del disco, como “Freak” y “Shout Mercy”. Y si de vocalistas se trata, recordemos que en Kiss cantan todos sus miembros, con lo cual no podemos hacer la vista gorda y dejar de mencionar al gran Gene Simmons. El desinhibido bajista de lengua larga hace lo suyo en “Wall of Sound” y en “Eat Your Heart Out”, entre otros. Mención aparte merecen el violero Tommy Thayer y el baterista Eric Singer, quienes se lucen vocalmente en “Outta This World” y “All for the Love of Rock & Roll”, respectivamente.
El disco en cuestión, no aporta nada nuevo. No sorprende pero tampoco desagrada. No tiene baladas ni temas medio tiempo, aunque escuchándolo detenidamente creo que tampoco era necesario condimentarlo con melodías tenues y ritmos suaves. En pocas palabras, “Monster” es una obra madura de esta imparable máquina que lleva más de 40 años de historia sobre los escenarios, y a los que todos nosotros conocemos con el nombre de Kiss.
Por Valeria Vizioli
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