jueves, 5 de abril de 2012

FOO FIGHTERS: Pasados por agua

Quilmes Rock - Estadio River Plate 04.04.12



Eran las 9 de la noche, llovía torrencialmente y los rayos iluminaban el furioso cielo de la ciudad de Buenos Aires. Los alrededores del estadio de River Plate, caóticos. La gente corría, estaba consternada ante el rumor de que la banda principal había suspendido el show. Muchos se iban, muchos merodeaban por la zona, pero lo cierto es que alrededor de las 21:15 hs y en medio de tanta incertidumbre Foo Fighters arrancó con sus primeros acordes. El estadio se fue llenando de repente, ya que minutos antes había sido evacuado por las fuertes tormentas hasta quedar completamente vacío.

Mientras la gente se iba acomodando en el campo y la platea, los músicos nos dieron la bienvenida con “All My Life”, tema bien elegido para una apertura tan particular. Le siguieron un “Times Like These” muy coreado por el público y “Rope”, uno de los cortes de su más reciente disco Wasting Light. El show continuó con un sinfín de temas que fueron reconstruyendo los 17 años de vida de la banda, desde el álbum homónimo que los vio nacer allá por 1995 hasta el último trabajo editado el año pasado.

Pero como todo lo bueno tiene algo de malo y viceversa -este evento no fue la excepción a la regla- hubo aspectos positivos y negativos.

Uno de los puntos destacables fue la cuota de humor de Dave Grohl en medio de una noche que se presentó pésima debido a las condiciones climáticas. El ícono del rock hizo chistes, se rió, saltó y hasta incluso tocó un solo de batería a pedido de los fans. Pero la cosa no quedó ahí y en determinado momento se puso serio: “Antes de salir nos dijeron que por la lluvia se iba a romper todo, que el escenario no iba a aguantar, que el techo se estaba viniendo abajo y que las luces se rompieron en la tormenta. Pero no nos importó, pedimos que prendan las luces del estadio y… ¿saben qué? Agradezco eso porque los pude ver a todos ustedes. A veces cuando las cosas vienen mal, es cuando mejor terminan saliendo. Y esta noche terminó siendo una de las mejores”, destacó.

Otra cuestión a resaltar es la duración del show. Podríamos pensar que dadas las condiciones anteriormente mencionadas, la banda acortaría su set list. Sin embargo, sucedió todo lo contrario. Tocaron 26 temas en más de dos horas y media e incluso hicieron tres perlitas: “Enough Space”, “For All The Cows” y “Up In Arms” que, como bien dijo el frontman, hacía mucho tiempo no las interpretaban en vivo.

También hay que reconocer aquellos aspectos del show que estuvieron algo flojos. El sonido es uno de ellos. Por momentos se escuchaba bien, por otros daba la sensación de que podría sonar mejor. Incluso el volumen estuvo un poco descalibrado. Además, dentro de esta categoría de ítems negativos entra la escenografía. Si bien por las condiciones climáticas algunas luces no prendieron, no podemos echarle la culpa a los relámpagos del tamaño de las pantallas. ¿Acaso alguien se percató de las mismas? Eran prácticamente dos televisores en comparación al tamaño de semejante recinto. Pero a pesar de las cuestiones técnicas y estéticas, nada opacó esta espectacular fecha del Quilmes Rock.

Los temas se sucedían unos tras otros, entre comentarios y bromas del cantante, quien en todo momento se mostró complaciente con sus fans. “Tardamos 17 años en venir, todavía no sé por qué… pero prometo que no pasarán 17 años más para que volvamos” afirmó Grohl.

Eran cerca de las 12 de la noche y la fiesta iba llegando a su fin. El impresionante cierre fue compartido con Joan Jett, quien cantando a dúo con Dave Grohl no se cansó de gritar y saltar en “My Reputation”. Los Foo abandonaron el escenario para salir pocos minutos después con el que sería el último tema de la noche, “Everlong”. En suma, y con todos los contratiempos que se presentaron, la banda supo llevar adelante el show de manera más que profesional gracias al carisma de cada uno de los músicos, logrando incansables aplausos y ovaciones.

Por Valeria Vizioli

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