viernes, 6 de abril de 2012

VAN HALEN en Montreal y Toronto 2012


Jamás pensamos que los veríamos tan lejos de nuestras casas. Jamás pensamos que Canadá sería el lugar elegido para disfrutar de tamaños shows. Pero como quien no quiere la cosa, los astros se alinearon a nuestro favor, sacamos los tickets (aéreos también) y allí fuimos.

El primer acercamiento con la banda lo tuvimos en el Centre Bell de Montreal. Eran alrededor de las 15:30 hs cuando dando vueltas por la ciudad de los mil campanarios nos mandamos para el estadio. Para nuestra sorpresa, Eddie y compañía estaban probando sonido. Llegamos para los acordes de “Running With The Devil”, recorrimos el lugar y nos fuimos.

La cita era a las 19:30 hs, así que a esa hora y con una puntualidad inglesa estábamos de vuelta. El ingreso es tan sencillo y ordenado que todavía nos cuesta creerlo (bien o mal estamos acostumbrados a la desorganización de Buenos Aires). Ir a un recital en el primer mundo es una experiencia como pocas, en todo sentido. Los espectadores suelen hacer la previa antes de ingresar a sus butacas: dentro del mismo estadio compran algo de comer, una cerveza -casi siempre extra large- y se disponen a conversar entre amigos. Cuando el reloj ya marca que es hora de abandonar la charla, entran para ver a la banda soporte y seguir tomando.

La banda elegida para telonear fue Kool & The Gang, creando un clima festivo y precalentando los motores para dar paso a las estrellas de la noche. Van Halen salió al escenario cerca de las 21:45 hs con la potente “Unchained”, seguida de “Running With The Devil”. Un David Lee Roth impecable, un Wolfgang que nada tuvo que envidiarle a Michael Anthony y un Eddie que no paraba de sonreír nos confirmaron lo que ya presentíamos incluso antes de viajar: que la banda estaba más intacta que nunca y que veríamos lo que sería uno de los mejores shows de nuestras vidas.

La escenografía era simple: la ya clásica batería doble bombo de Alex rodeada de los amplificadores de Eddie y de Wolfgang. Detrás, una pantalla inmensa que cubría todo el escenario con una calidad pocas veces vista. El show en sí es la imagen del grupo en escena, algo que Lee Roth lleva a las mil maravillas.

La noche siguió de la mano de “She’s The Woman”, “Romeo Delight” y “Tattoo” (tema que suena mucho más potente en vivo, lo que confirma por qué la banda lo utilizó como primer single del disco).


Luego llegó el turno de “Everybody Wants Some” y Somebody Get Me A Doctor”, transportándonos a comienzos de los ’80. “China Town” fue un mazazo a la cabeza (a nuestro criterio, uno de los temas más agresivos de A Different Kind Of Truth). “Hear About It Later” y “(Oh) Pretty Woman” fueron la previa para un espectacular solo de Alex Van Halen, seguido de otro clásico cover: “You Really Got Me”.

Continuando con la presentación del nuevo material, interpretaron “The Trouble With Never” para dar paso a “Dance The Night Away”, creando un ambiente cálido y emotivo. A esta altura los Van Halen estaban por la mitad del show. Sin embargo, quienes pensamos que ya habíamos visto todo nos equivocamos, lo mejor estaba por venir…

Dentro de la catarata de clásicos no podían faltar “I’ll Wait”, la tan aclamada “Hot For Teacher”, “Women In Love”, “Outta Love Again” y “Beautiful Girls”, estos tres últimos del disco Van Halen II (1979). Debemos confesar que fue una grata sorpresa escuchar “Women In Love” y “Outta Love Again”, fueron las perlitas inesperadas por muchos, dado que no las tocaban desde la gira que emprendieron allá por 1980.


Finalmente llegó el momento cumbre de la noche para “Diamond Dave” quien, guitarra acústica en mano y video de fondo, narró la historia de sus perros en la granja que tiene en Estados Unidos, dando paso a la infaltable “Ice Cream Man”.

“Panama” anunciaba que el show estaba llegando a su fin, pero no sin antes deleitarnos con el solo de guitarra que Eddie nos tenía preparado. Es que el hombre de las seis cuerdas sabe a la perfección cómo entrarle al público, emanando del instrumento que le dio el salto a la fama los sonidos más increíbles que podríamos haber escuchado jamás.

Luego de ese egocéntrico despliegue sonoro, sólo restaban “Ain’t Talkin’ ‘Bout Love” y el broche de oro con “Jump” que, luces y papeles de colores mediante, nos recordaron que estábamos viviendo una verdadera fiesta. Eso sí, como en toda fiesta generalmente se entregan souvenirs, nosotros quisimos el nuestro y fue así que en el medio de tantos papeles nos encontramos nada más y nada menos que con una púa de Van Halen!

En Toronto el show fue bastante similar. Misma banda telonera y misma escenografía, aunque el setlist tuvo algunas variaciones. En lugar de “Romeo Delight” y “Outta Love Again” sonaron “The Full Bug” y “Girl Gone Bad”.

Para concluir, nos gustaría destacar que Van Halen modelo 2012 sigue escribiendo capítulos de su leyenda con la misma locura, magia y pasión.


Valeria Vizioli y Gustavo Ruben

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