martes, 14 de julio de 2015

El G.I.I.H.M.A y el Heavy Metal como objeto de estudio: Derribando Estereotipos


Tachas estuvo conversando con Emiliano Scaricaciottoli y Gito Minore, integrantes del Grupo de Investigación Interdisciplinario sobre el Heavy Metal Argentino, quienes nos contaron cómo surgió la idea de armar este Grupo y cuáles son las actividades que realiza.

T: ¿Qué es y cómo surge el Grupo de Investigación Interdisciplinario sobre el Heavy Metal Argentino?

E.S.: El Grupo surge como emergente de la I Feria del Libro Heavy de Boedo, en 2013. Gito y yo nos conocíamos de la facultad y ya habíamos publicado; en el caso de Gito, la biografía de Tren Loco, y en mi caso un artículo sobre las lecturas en Ricardo Iorio a partir de un trabajo más grande en la cátedra donde trabajo, en la Facultad de Filosofía y Letras. De ahí empezamos a cranear un libro de ensayos y a reclutar compañeros y compañeras que estaban laburando con el heavy desde diversas disciplinas. Por supuesto que el proyecto de escritura derivó en docencia, charlas, cine-debate, etc. Hoy podemos decir que somos el primer grupo que con un pie afuera y otro adentro de la institución universitaria está abordando, analizando, reflexionando y escribiendo alrededor de ese objeto que llamamos “heavy metal nacional”.

T: Este año presentaron en la Universidad de Buenos Aires "Evitando el ablande: una aproximación al heavy metal argentino como objeto de cruces" ¿Cómo consiguieron un espacio en la UBA para dictar el seminario?

E.S.: A punta de pistola. En este caso y contradiciendo a Iorio: “por razón de la fuerza”, como siempre parafraseamos. La Secretaría de Extensión de la Facultad ofrece el espacio con cursos abiertos y gratuitos. Más allá de ciertos requisitos ridículos y una burocracia prominente, llegamos. Junto a Oscar Blanco, que es docente de la carrera de Letras y compañero de laburo en Teoría Literaria III, armamos un libro que derivó en un seminario: Las letras de rock en Argentina. De la caída de la dictadura a la crisis de la democracia (1983-2001). Y ese seminario de grado nos permitió generar, también, un antecedente importante para desembarcar en Puán 480 con este curso. Esperamos el año próximo repetirlo porque fue un éxito.

T: ¿Con qué barreras se encontraron al momento de organizar este estilo musical como objeto de estudio académico?

E.S.: Las experiencias son diversas. Nosotros tratamos de imponerlo, de generar espacios dentro y fuera de la currícula universitaria, de los intersticios de los planes de estudio de las carreras para que la escritura implique, de por sí, hablar y escribir sobre heavy. En mi caso, de no haber sido por el espacio -como te contaba- que generamos con Oscar Blanco hubiera sido muy difícil. Lo cierto es que el canon de lecturas, fundamentalmente en la carrera de Letras, omitió históricamente las letras de rock (ya ni de heavy te diría) como un objeto legitimado. Pero tampoco necesitamos del aval institucional para legitimarlo. Ocupamos espacios, resistimos, escribimos. No hacemos papers, es decir, no generamos un abordaje con un simulacro cientificista para ganar becas. Esa no es la nuestra, apuntamos a otro lado, a la producción y en particular al ensayo, que es hoy en día el soporte de escritura que nos permite acceder al heavy nacional. Y creemos que la universidad es un lugar más, tan solo uno más.

T: El año pasado se llevó a cabo la segunda Feria del Libro Heavy en el Centro Cultural La Imaginería de Boedo. ¿Cómo surgió la iniciativa para realizar esta Feria por segunda vez y qué repercusiones tuvo?

G.M.: La idea fue seguir profundizando el trabajo realizado en la primera. El objetivo básico y fundamental de las ferias es darle visibilidad y mayor legitimidad a todo esto que hacemos que se podría englobar en el término pensamiento heavy o mejor dicho “Cultura heavy”. Además de hacerla por segunda vez en Buenos Aires la hicimos por primera vez en Mar del Plata y como si fuera poco, por primera vez en la Rural. El 27 de abril de este año gracias a la gente del stand Zona futuro pudimos tener un día para realizar una versión pequeñísima de la Feria pero que, gracias a la trascendencia del lugar, pudimos darle mayor notoriedad a nuestra propuesta. Las repercusiones tanto de la segunda feria como de las otras dos fueron increíbles. No solamente en cantidad de participantes, en lo cual hubo un crecimiento exponencial, sino también en cuanto ruido generado.

T: Y hablando de literatura, este año también han sido invitados a participar en la Feria del Libro que se organiza año tras año en La Rural. ¿Cómo fueron recibidos en ese espacio y cómo fue la experiencia?

G.M.: La verdad que muy bien. Los miembros de Zona Futuro fueron más que correctos y estuvieron muy enganchados con la idea ya que a ellos también les gusta el metal y eso suma un montón. La experiencia fue maravillosa, ya que el stand que es bastante grande se llenó, había incluso gente afuera observando. Gente que pasaba y no entendía nada. Incluso tuvimos que lidiar con un muchacho de seguridad que se presentó bajo el título de “Comisario de la feria” que nos obligó a bajar la música. Épico. Además de la experiencia tuvimos la suerte de salir y contar nuestra propuesta a grandes medios que (quieras o no) te dan un montonazo de visibilidad. Aparecimos en Clarín, Canal 7, Radio Nacional, Rock & Pop, incluso en los 40 Principales.

T: Por último, ¿Qué planes tiene el Grupo de Investigación Interdisciplinario sobre el Heavy Metal Argentino para el resto de 2015?

G.M.: Seguir con el armado del libro que venimos preparando desde el año pasado. Seguir interviniendo en todos los espacios que podamos, llámese periódicos, radios, convenciones, ferias, etc. Y seguramente algún cine-debate más.


Por Valeria Vizioli

1 comentario:

  1. Me hubiera gustado que pongan el crédito de la foto.Sólo se pide respeto por el trabajo de uno.Gracias! Aldana Piedrabueba

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