lunes, 17 de septiembre de 2012

MEGADETH en Buenos Aires - Estadio Malvinas Argentinas 13 y 14/09/12


Tuvo muchos condimentos especiales esta enésima visita de Megadeth a su “patria chica” que, incentivada por el tour conmemorativo del 20º aniversario de Countdown To Extinction y adobada por el repaso al memorable Peace Sells, era sin dudas algo tentador. También había cuentas pendientes por la anterior visita en la que presentaron Thirteen (los que estuvieron saben de qué hablo), algo que por lo visto el jueves 13 en el Malvinas, fue ampliamente saldado. El cotillón  entregado al ingresar por el staff, que consistía de globos a ser inflados por el espectador, fue también un indicio de que sería una noche especial para Mustaine (su cumpleaños no pasó desapercibido en absoluto para el colmado estadio).

Cual “Fútbol De Primera”, la pantalla central (había tres en el escenario) mostraba a los músicos en el backstage rumbo al escenario y así, al toque y sin intro arremetieron con “Trust”, ya con las tres pantallas a pleno que intercalaban clips o escenas del show. Con este tema, se daba comienzo a esa velada única que se gesta cada vez que “La Sinfónica” está en “su” casa.

A medida que escuchaba uno tras otro “Hangar 18”, “She-Wolf”, “Wake Up Dead”, “I Ain't Superstitious” y “Devil's Island”, noté que la voz por momentos era imperceptible, y no por problemas de sonido, ya que el Colorado tiene ese particular estilo para cantar. Le siguieron “Never Dead”, “Whose Life (Is It Anyways?)” y “Public Enemy No. 1” para ir pagando lo debido, algo que siguieron haciendo cuando desgranaron “Skin O' My Teeth”, “Symphony Of Destruction”, “Architecture Of Aggression”, “Foreclosure Of A Dream”, “Sweating Bullets”, “This Was My Life”, “Countdown To Extinction”, “High Speed Dirt”, “Psychotron”, “Captive Honour” y “Ashes In Your Mouth” (de lo mejor del disco) de un Countdown... que los grandes recordamos bastante del show que ofrecieron en el Estadio Obras en el ´94 (con el brillo que Menza-Friedman le aportaban, algo que Megadeth hasta hoy no recobró, cualidades al margen de Drover y Broderick) y que los catapultó a un nivel superlativo más allá del thrash.

Para finalizar, “A Tout Le Monde”, “Peace Sells” y “Holy Wars... The Punishment Due” fueron una clara muestra de lo que Megadeth significa, algo así como íntimo, con bastante rebeldía y mucha contundencia, graficado con la torta en el saludo final,  acercada al escenario por dos señoritas mientras se arengaba al público a cantar nuevamente el feliz cumpleaños y que Mustaine, con su gesto típico y desenfadado revoleó a los fans.

El viernes Mustaine & company se volvieron a presentar ante un estadio colmadísimo de gente. Alrededor de las 21 se apagaron las luces y, pantallas encendidas mediante, los músicos salieron a comerse el escenario. Al igual que el día anterior, la fiesta arrancó con “Trust”, de su placa Cryptic Writings, seguido de “Hangar 18” y el infaltable “A Tout le Monde”. Cuando el público ya había entrado en calor y se encontraba en su mayor esplendor, arremetieron con “Whose Life (Is It Anyways?) y “Public Enemy Nº 1”, ambos de su álbum Thirteen, para dar paso a lo que finalmente todos esperábamos: el comienzo de Countdown… 

Como estaba pautado, hicieron el disco entero, alterando un poco el orden de los temas (de todas formas, permítanme agregar que en este caso se aplica más que nunca la reconocida frase “el orden de los factores no altera el producto”).

Cabe recordar que, si bien la noche anterior se celebró el cumpleaños número 51 de Dave, no por ello los fans le negaron un nuevo “Happy Birthday”, arrojándole banderas de las más diversas y gritando al son de la música lo mucho que lo querían y admiraban.

En resumidas cuentas, las fechas fueron un éxito contundente. El sonido estuvo a la altura de las circunstancias y los temas sonaron mejor que nunca. Para redondear, ¡deuda saldada muchachos! 

Por Alejandro Barcos y Valeria Vizioli




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